BISCAYNE 69

Al parecer no había partido para nada bueno el día. Hacer las llaves a un auto del año 69 resulta un tanto inusual por lo antiguo, mas aun considerando que nos hayamos divertido a veces tratando de emular tan "peculiar guarismo".

¡Y si el coche resulta ser un Chevrolet,... con mayor razón!, claro que para rematarla mas, "la joyita" se encontraba en el paradero "chorrocientos" de la avenida Santa Rosa; guardado ahí por tantos años que ya nadie recordaba donde "rediablos" le habían dejado sus llaves.

El lugar era una empresa dedicada a la importación de alarmas de todo tipo, y como el negocio navegaba de viento en popa, es que necesitaban desocupar el galpón del fondo del sitio, en donde se encontraba "el estorbo".

Recuerdo que esos autos eran usados por los radiotaxis que viajaban al puerto. Varias veces los usamos en la década del 70, eran una verdadera "cunita" para viajar en ellos; al extremo suaves y con gran espacio interior, así que "sin exagerar", ¡podríamos jugar al fútbol en su interior!, con todo y arcos, sin siquiera lo notase su chofer. Claro que en la actualidad es muy difícil verlos por nuestras callecitas, ya que por su bajo rendimiento por litro de bencina, solamente podrían ser propiedad de algún dueño de bencinera o de un Jeque árabe.

Visto del punto de vista "cerrajero", lo complicado del asunto es sacar el cilindro de la chapa de contacto, ya que este se encuentra en medio de la columna del volante, detrás del telecambio de luces, todo lo cual hay que sacar con un "extractor de volantes" especial, debido al apriete que lleva toda esa unidad. No vamos a entrar en detalles para saber todo lo que hay que hacer para desarmar el cilindro para lograr la llave, pero es mas complicado que el común de un auto.

En segundo lugar hay que hacer la llave de las puertas; otra odisea "súper simpática", pero al cabo de media hora ya la llave ha de estar hecha.

En tercer lugar el maletero, el cual por supuesto no tiene tirador interior como en la actualidad, así que primeramente hay que saber abrirlo, para luego confeccionar su llave.

¿Creen que estamos listos?,...... ¡no señores!,...... ¿y la bencina?, esa es la cuarta y última llave para completar el abultado llavero.

¡Para nada parecido a un auto contemporáneo!, en donde sacamos el cilindro de cualquier puerta y ya se tienen las llaves de todo el vehículo. Pero bueno, ¡si para eso estamos!, así que una vez tomados en cuenta todos estos inconvenientes, ponderamos el valor del trabajo con el tiempo empleado, se procede a aplicar el "feroz garrotazo": si el cliente acepta; bueno,.... ¿y si no?,...... ¡bueno también!, el tiempo hay que saberlo cobrar, he dicho; es oro.

En este caso como lo único que deseaban era sacar el auto de donde estaba sin importar el precio, .......¡ni "chistaron"!, así que luego de advertirles de antemano que cualquier cosa que pasara, les iba a cobrar igual el valor total del trabajo, como por ejemplo, si aparecían repentinamente las llaves; ¡cosa que ha pasado en más de una oportunidad!.

Por otra parte, debían considerar que el taller quedaba sin maestro todo tiempo que demora el traslado, coartando la posibilidad de tomar algún otro trabajo.

Así que una vez llegado al lugar esperamos que el encargado de las llaves del galpón lo abriera para ponerme a trabajar.

   

Así que lo que en un principio se veía complicado, se me develaba como un "regalo", del todo "bienvenido" y no estaba dispuesto a dejar escapar por nada del mundo......¿teatro?, ¡eso yo no hago!,...ya dije,.. ¡el tiempo es oro! y por lo demás; "las cláusulas del contrato" estaban bien claritas, además quería verles la cara que pondrían al saber del lugar en donde habían dejado las llaves...... ¡el siglo pasado!.

"Boletita de honorarios" para cooperar con el 10% en la devolución del próximo año al "humilde cerrajero", quien en esos momentos se esforzaba al máximo para no dejar escapar esa "carcajada burlona" que comprimían los músculos de la cara .............¡¡¡ja,ja,ja,ja,ja,ja!!!...........¡que dinero más fácil me llegó!,.........¡y pensar que ningún otro cerrajero quiso venir a hacer este trabajo!,.........¡si supieran la que se perdieron!,......... ¡se morirían!.

Este acontecimiento ocurrido el año 2000, viene a contrarrestar todas las veces que me han hecho ir a alguna emergencia y me han hecho perder el tiempo, al desistir a ultimo minuto. Ya que a veces al mismo tiempo llaman a otro cerrajero o a varios, y/o solucionan de otra forma el problema, así que llegado al lugar se me ha despachado sin ningún tipo de consideraciones.

fin